Colosenses 2: 8 -15 Plenitud de vida en Cristo | Guía para Padres y Niños






8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 
10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. 
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Introducción:

Pablo hace una serie de recomendaciones acerca de diferentes doctrinas malignas que pueden afectar la relación con el Señor.
Entre filosofías y pensamientos comunes de creer tener la razón, debemos tener en cuenta que no podemos hacernos muy sabios.
Pablo advierte, que toda la plenitud de nuestra vida es y debe ser de Cristo, desde nuestro pensamiento hasta nuestra forma de actuar, porque en Jesús estamos completos, pues en él habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano.
Él es la cabeza de todo, es SUPREMO y en él estamos limpios, habiéndonos justificado por la fe.

Pablo también nos anima a recordar que toda la Deidad habita plenamente en Cristo, cuando tenemos a Cristo tenemos todo lo que necesitamos de Dios, su llenura, su amor y mayormente su regalo de salvación.

Nos ayuda también a entender que no necesitamos una vida religiosa, o en su defecto, un acto religioso para tener una vida santa, lo que realmente necesitamos es tener una relación muy cercana con nuestro buen Dios.

Vemos que antes no teníamos una vida perfecta, ahora en Cristo somos justificados por su gracia, en nuestras fuerzas no podríamos vivir plenamente, sin Jesús en nuestro corazón.
El cristiano tiene una nueva vida. Dios ha crucificado junto con él nuestra vieja vida y nuestra naturaleza pecaminosa, de modo que la naturaleza de Dios viva en nosotros, por eso los creyentes ya no somos esclavos del pecado. El poder y la penalidad del pecado murieron con Cristo en la cruz. 

(Romanos 6:6) “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado”.


Ya no somos esclavos de nuestra naturaleza pecaminosa; ahora podemos decidir vivir para Cristo, y continuar disfrutando de una nueva vida con él.

Explicación versículo a versículo

Versículo 8: Pablo nos advierte que hay que tener cuidado con algunas falsas enseñanzas, especialmente ideas humanas que convierten en falsas doctrinas, por ende, son destructivas; cualquier argumento humano que este por fuera de la palabra de Dios es contra Dios. La filosofía en sí, pablo no la condena, lo que condena es la filosofía para destruir la obediencia a Cristo.

Versículo 9-10: Pablo también nos recuerda que la plenitud divina es Cristo, en él habita toda la supremacía y la esencia misma de Dios, es por eso que Pablo nos dice, en otras palabras, que si tenemos a Jesús tendremos todo, y tendremos una vida recta. Muchas personas buscan llenura en las cosas materiales y peor aún en un dios falso.
Pablo nos dice que tener a Jesús en nuestras vidas nos llena totalmente, nada más se compara a Jesús, solamente su amor es suficiente.

Versículo 11: con respecto a los antiguos pactos como la circuncisión, se creía en ese tiempo que esta práctica era suficiente, y que no era necesario aceptar a Jesús, pues ya pertenecían al pacto que los judíos tenían con Dios (Génesis 17: 9-14)
Pero con la redención de Cristo la circuncisión no es necesaria, recordemos que el sacrificio de Jesús no solamente nos libra espiritualmente, sino también físicamente. Ahora nuestra entrega a Dios está escrita en nuestro corazón, no en nuestro cuerpo. Dios cambio nuestra vieja naturaleza y nos dio una nueva vida con Cristo.



Versículo 12-13: el bautismo es una manera representativa de la muerte y resurrección de Cristo, y por medio del bautismo nosotros representamos en nuestra vida que hemos muerto al pecado y hemos resucitamos a una vida nueva con Jesús. (Gálatas 3:27) “Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos”.

Versículo 14-15: la victoria que Jesús nos ha dado llevando todo nuestro pecado en la cruz, nos recuerda que por la ley estábamos separados de Dios, pues nuestra naturaleza pecaminosa nos condenaba. La ley nos pedía el pago por todos los pecados, ahora por medio de la fe y la redención de Cristo tenemos libertad de pecado siendo justificados, así que Cristo nos da no solo libertad física, sino también espiritual, porque venció a las potestades de la muerte, y es así como nosotros tenemos la gran esperanza de que un día seremos resucitados en gloria, con Jesús.


Versículo para memorizar: 2 Corintios 5:17


Actividades para realizar en casa: 

Párvulos 2 a 4 años y Transición 5 a 8 años

“Un hombre nuevo” 

Materiales:
  • Cartulina
  • Lápiz
  • Colores o marcadores
  • Pegante
  • Tijeras
  • Un palito de paleta

Instrucciones:

Lo primero que tenemos que hacer es tomar nuestra cartulina, doblarla por la mitad y con el lápiz vamos a dibujar la silueta de un hombre. Esto lo tenemos que hacer dos veces para tener dos caras. Ahora tomamos la tijera y recortamos a los dos hombrecitos.

En uno dibujamos una carita triste y en el otro una carita feliz, luego los unimos pegándolos al palito.
Ahora puedes decorarlo con los materiales que tengas en casa, puedes dibujarle la ropa y colorearla o pintar con temperas.

La carita triste representa a ese hombre que vivía sin conocer a Cristo, pues nuestras vidas no estaban completas, nos sentíamos vacíos y muy tristes.

Pero la carita feliz representa nuestra vida actual, ahora que conocimos a Jesús y lo aceptamos en nuestra vida nos convertimos en una nueva persona, ¡en una nueva criatura! y el gozo que Jesús nos da, se ve reflejado en un rostro alegre.

Una vida vieja, sin Jesús- una vida transformada por Jesús.

Ahora, si tú quieres, puedes decorarlo con los materiales que tengas… puedes dibujarle ropa y colorearla o pintarla con temperas, ponerle pelito, con los materiales que tengas en casa.


Intermedios 9 a 12 años