Yo no me llamo Vicente - 1 Juan 2. 15-17



“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. 
Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”
1 Juan 2:15

Dios creo al hombre como un ser social, esta es una verdad que se nos ha enseñado desde la primaria. Dios nos hizo para vivir en comunidad, para interactuar entre nosotros y entablar relaciones por afinidad. Sin embargo, nuestra condicion social en algunos momentos se vuelve una excusa para justificar el hecho de ser llevado por el pensamiento ajeno a Dios que hay en este mundo, de hecho, un dicho común en nuestro pais es: “¿Y para dónde va Vicente? ... Para donde va la gente”, el cual es tan solo un reflejo de este pensamiento.
La Biblia nos muestra que Jesús oro por sus discípulos en Juan 17, pero el deseo de Jesús no es que nos aislemos del mundo, sino que nos guardemos de Él ( Juan 17.15).
Juan nos habla acerca de lo mismo en su primera carta (1 Juan 2. 15-17), algunos cristianos piensan que la idea es que el cristianos se aparte del mundo de una forma ermitaña, pero tanto Jesús como Juan se refieren a lo mismo.
En estos versiculos, Juan nos dice que aquello que no debemos hacer es amar al mundo y lo que él nos puede dar. El problema no radica en estar en el mundo, sino en amarlo. Luego nos da la razon por la cual no debemos amarlo, porque nada de lo que da el mundo proviene de Dios, el pensamiento del mundo esta orientado totalmente opuesto al de Dios. Nadie puede amar al mundo y amar a Dios, no se puede servir a dos señores. Amamos al mundo o amamos a Dios.
Pero además, Juan nos muestra porque no vale la pena amar al mundo. Todo lo que el mundo es, todo lo que ofrece es pasajero, sin embargo Dios es eterno y “el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”
No vale la pena amar al mundo, ni nada de lo que nos ofrece, no vale la pena seguir al mundo en su pensamiento, debemos permanecer en el para brillar con la luz de Cristo y llevar el mensaje de salvación. Seamos radicales, tomemos la decision de seguir a Cristo no al mundo, y que de na dia puede decir de nosotros: ¿Y para dónde va Vicente? ... Para donde va la gente.

Juan Carlos Ocampo