Por Él y para Él - 2 Corintios 5.14-15



“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto:
que si uno murió por todos, luego todos murieron”
2 Corintios 5:14

Según la clase de biología de primaria, los seres vivos nacen, se reproducen y mueren, este es el ciclo que cada ser vivo debe cumplir en la tierra, sin nada particular, sin nada especial, nada relevante. Sin embargo, la Biblia nos muestra algo totalmente diferente.
Durante la historia de la humanidad y en el surgir de las escuelas de pensamiento en las diferentes culturas, siempre ha surgido una pregunta: ¿para qué estamos en este mundo?. Según la clase de biología de primaria, y el pensamiento evolutivo moderno, no hay ninguna razón particular por la cual estar aquí, somos producto del azar y una explosión cósmica, no hay ningún secreto ni ningún proposito.
El mundo nos muestra algunas otras opciones de cual es nuestro proposito en esta vida. Algunos piensan que vivimos para mejorar o evolucionar cada día hasta llegar a la “iluminación”, otros piensan que vivimos para dejar descendencia en este mundo, y hay quienes creen que vivimos para ser alguien relevante e importante.
        Muchas veces nos encontramos viviendo la vida para nosotros mismos, nuestros deseos, gustos, pensamientos e incluso caprichos, pero si Cristo entregó su vida por mi entonces mi vida debo entregarla a Él, no con tristeza u obligación sino voluntariamente con un corazón contrito y lleno de amor hacia aquel que decidió entregarse por mi.
¿Nuestro corazón se constriñe al reconocer que Cristo murió por mí? ¿Ahora vivo para Él o vivo para mi?
Nuestra vida tendrá el verdadero sentido cuando la entregamos a Cristo y vivimos para Él.

Juan Carlos Ocampo